El comercio
En la Sala 2 de Matrimonios del Registro Civil del norte de Quito, cuatro carteles con frases melosas están colgados. “Es sentir que no hay nada imposible; como cruzar el mar...”. Ese y otros enunciados están acompañados con fotos usadas en los karaokes o de estrellas de telenovelas.
Los carteles fueron colocados para que la pareja, en último momento, reflexione antes de firmar en el libro de registros sobre la seriedad del matrimonio. [mas]
Publicado Huasi Pichai
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Victoria (una funcionaria del Registro Civil que pidió la reserva) trabaja más de 20 años en la entidad. Aunque ha casado tantas parejas que pudiera llenar con ellas un estadio, desde agosto pasado un hecho inusual llama su atención: más foráneos escogen a ecuatorianos para que sean sus parejas. Esos compromisos aumentan cada día.
Ayer, una ecuatoriana y un cubano salían de un taxi en la av.Amazonas con rumbo al Registro Civil. Él medía más de 1,80 m y llevaba un corte de cabello tipo militar; usaba una chaqueta de jean y camisa. Ella, la ecuatoriana, no le llegaba ni a los hombros. Era blanca, rellenita, tenía tatuadas las cejas y la cadera.
Desde que dejaron el taxi hasta que entraron a la Sala de Matrimonios, la pareja nunca se habló ni se sujetó las manos, solo otra mujer mayor que parecía tramitadora conversaba con cada uno.
La funcionaria dice que algo en esos matrimonios “no está bien”. No fue su ojo clínico para reconocer a los enamorados, sino el número de bodas lo que le hizo dudar. Por ejemplo, en un solo día llegaban hasta 20 cubanos a contraer nupcias con compatriotas.
Esas dudas también tenía la Policía de Migración. Un trabajo de Inteligencia evidenció que hay una red que casa a extranjeros con ecuatorianos, para así conseguir rápidamente la nacionalidad. Los más evidentes han sido los cubanos, aunque hay casos de paquistaníes, serbios, chinos, entre otros.
Un agente, con el rango de cabo, siguió la pista de esos matrimonios. Primero verificó si existió un incremento en la entrada de cubanos al país. Desde el 20 de junio pasado (cuando se eliminó la visa) hasta el 20 de noviembre llegaron 5 732 foráneos y salieron 4 699; es decir que siguen en el país 1 033. Ellos no están como ilegales pues pueden permanecer 90 días sin un visado.
Luego siguió el rastro y comprobó que varios cubanos se casaron a los pocos días de su llegada. Hizo guardia en el Registro Civil y contó hasta 24 nupcias cada semana, lo que fue corroborado por este Diario. Según sus cálculos, 384 isleños se han casado. Pero la cifra pudiera ser mayor: solo en las oficinas de la av. Amazonas se unieron 77 cubanos entre diciembre y noviembre.
En el Registro Civil, Victoria refuerza las sospechas. Las parejas son demasiado dispares. “Llegan chicas del campo para casarse con doctores o con profesionales. También cubanas lindísimas que se comprometen con albañiles”.
“¿Y no les sorprendía esos polos tan opuestos?” “Claro”, contesta, “pero nos respondían que su relación nació en Internet”.
En el pasillo de la Sala de Matrimonios, el cubano espigado estaba nervioso. Caminaba y enviaba mensajes por su celular. La ecuatoriana no se separaba de la supuesta tramitadora, su turno llegó y ella entró para hablar con la encargada de matrimonios. A los pocos minutos, salió con una mala noticia: la novia no tenía la papeleta de votación y por lo tanto no podían unirse.
El cubano se molestó e increpó a la tramitadora, él aseguró que ya había pagado y no daría ni un centavo más para conseguir esa papeleta. La mujer le explicó que los controles son estrictos porque la Policía está tras la pista de los matrimonios arreglados con cubanos. “Tienes que aprenderte los nombres y apellidos de la chica”.
La hipótesis de la Policía se confirmó cuando hurgó en los nombres de las novias y comprobó que la mayoría eran trabajadoras sexuales y chicas de escasos recursos que recibieron pagos entre USD 800 a 2 000 para casarse.
La cadena estaba casi cerrada. También comprobaron que los cubanos salen de su país con una invitación desde Ecuador; en su maleta de viaje llevan la documentación para casarse, pues es un requisito que sus papeles de identidad y aquellos que demuestren su soltería, divorcio o viudez, estén apostillados por las autoridades cubanas.
Cuando arriban al Ecuador, buscan a su pareja y se casan. El dinero también sirve para el divorcio y pocos días después sacan una cédula como ecuatorianos naturalizados.
En la nueva Constitución se establece que un foráneo puede adquirir la nacionalidad si se casa con un ecuatoriano y no la pierde si se divorcian, como ocurría con la anterior legislación.
El Registro Civil dice que tiene las manos atadas. El director del organismo, Fernando Navia, está consciente de que esos matrimonio no son por amor, pero asegura que no puede hacer nada, porque los contrayentes llegan con la documentación en regla. Él mismo ha entrevistado a las parejas, pero no ha impedido que se casen. “No lo podemos impedir, son libres”.
La legislación ecuatoriana reconoce como únicos impedimentos para el matrimonio que una persona sea obligada o no esté sana mentalmente, pero no hay una norma para anular las nupcias cuando sean arregladas por dinero.
Para el jurista Fabián Jaramillo, es muy difícil comprobar que los matrimonios son arreglados; a no ser que “exista un contrato prenupcial donde se mencione el pago”. Pero -dice- la Fiscalía debería indagar si esa es una forma de regalar la nacionalidad.
La Embajada de Cuba no quiso pronunciarse. Su Departamento de Relaciones Públicas dijo que no conoce nada sobre el tema.
La Policía trata de identificar quién maneja la red. En tanto, los matrimonios seguirán.
Las cifras de cubanos
Cuba exige a sus ciudadanos una visa o tarjeta blanca para salir o para entrar al país. Además, permisos de residencia en el exterior que deben renovarse anualmente con regresos a la isla de no más de 30 días.
En la página web de la Embajada de Cuba en Ecuador, se señala que los residentes en el exterior deberán informar inmediatamente al Consulado de cualquier cambio en su estatus civil, dirección de residencia, teléfonos o traslado hacia otro país.
La prensa recogió en marzo pasado la intención del Régimen cubano de flexibilizar la salida de sus naturales y mencionó que su migración es principalmente por asuntos económicos.
Además, se mencionó que entre 1,3 y 1,5 millones de cubanos residen actualmente en el exterior.
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