La Hora
Quito desaparecería en segundos con un terremoto que sobrepase los cinco puntos en la escala de Richter. La ciudad no está preparada, pese a que está construida sobre una falla geológica que la traspasa completamente. [Mas]
Publicado Huasi Pichai
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Hugo Yépez, sismógrafo del Instituto Geofísico, explica que la fragilidad de la capital es alta, no sólo por la falla, sino por sus construcciones. “El 70 por ciento de las edificaciones son informales y no cuentan con sistemas sismo resistentes”, advierte.
A esto se suma que el 30 por ciento restante, que es formal, podría no cumplir con estos parámetros. La normativa de aprobación de planos, que está en vigencia desde 2001, obliga a tomar en cuenta el cálculo sísmico resistente, pero eso está a discreción de los constructores.
“Lo grave es que el Municipio no avala ese cálculo, sólo revisa que esté en los planos.
Pueden estar bien o mal, no hay control. Todo depende del buen juicio de los ingenieros civiles”, añadió Yépez.
Por su parte, Nuri Bermúdez, jefe de Estudios Urbanos de la Dirección de Planificación Territorial del Cabildo, admite que no hay revisión, pero asegura que las construcciones echas a partir de la vigencia de la norma, deben cumplir con el código de sismo resistencia. “Es responsabilidad de los ingenieros y deben cumplirlo”.
René Vallejo, director de la Dirección, agregó que para hacer una real revisión, se necesitaría fiscalizar las construcciones. “Eso es imposible, demandaría tener un municipal en cada obra”, explica.
El único momento en que se podrá saber si las normas se cumplen, será cuando Quito tenga que enfrentar la furia de la naturaleza. “Lo seguro es que no resista y la mayoría de edificaciones, por no decir todas, colapsen”, sentencia Yépez.
Peligro latente
La falla de Quito eleva a la meseta donde se asienta la ciudad a 400 metros sobre el nivel de los valles orientales. Eso la hace más vulnerable aún, pues con el paso del tiempo, el sacudón puede ser más fuerte.
De acuerdo al Instituto Geofísico, esta falla puede provocar un gran terremoto, superior a ocho puntos, una vez cada mil años, con un rango de error de 500 años. “Ya han pasado 500 años y tenemos que esperar 500 más para uno, pero con el grado de error, puede estar cerca”, explica Yépez.
Sin embargo, de acuerdo a la historicidad sísmica del país, los dos últimos terremotos fuertes se dieron dentro de un período de 12 años. “Ya ha pasado una docena de años desde el último (Latancunga 1996). Eso indica que puede estar por llegar”, indicó el experto.
La situación es que los terremotos tienen ondas que pueden alcanzar otras ciudades, por lo que aumenta el riesgo de la capital.
De acuerdo a la historicidad sísmica, Quito ha estado sujeto a tres terremotos con mayores efectos que el de 1987 –el que más recuerda la gente-, en el que el epicentro fue a 80 kilómetros de la ciudad, entre Cayambe y El Reventador.
Antes de ese año, los más intensos fueron los de los años 1587, 1755, 1859, 1868 y 1897, siendo el más poderoso el de 1859. De estos, los que tuvieron epicentro dentro de la ciudad fueron el de 1587 y de 1753.
El último terremoto que ocasionó daños a la ciudad fue el de 1990, que fue de magnitud cinco, con epicentro en Pomasqui.
El paso de más tiempo sin que sucedan temblores también es un factor preocupante, pues “un terremoto puede ser más catastrófico a medida que el tiempo pasa”, añade Yépez.
Medidas básicas de construcción
Felipe Corral, presidente del Colegio de Arquitectos, explica que las edificaciones deben tomar en cuenta varios sistemas antisísmicos como hormigón armado y portantes anchos. También materiales como madera y acero.
Según el experto, el hormigón, las columnas y las vigas forman un cubo. “Físicamente es una figura geométrica que se asienta en el suelo y está cerrada en cuatro lados. Esto es un elemento resistente”, agrega. Sin embargo, para Hugo Yépez, del Instituto Geofísico, eso no es suficiente. “Esa es un técnica vieja, se debe modernizar”, advierte.
Cifra
8 sismos se registraron en 2008 en los alrededores de Quito con magnitudes mayores que tres en la escala de Richter.
Frases
“Lo que he aprendido como sismógrafo y sin ser ingeniero civil, es que los terremotos son implacables y las casas que no tienen diseños antisísmicos, se caen fácilmente”. Hugo Yépez , ingeniero del Instituto Geofísico
“Dios no quiera haya un terremoto. Los quiteños deberíamos estar alerta”. Felipe Corral, presidente Colegio de Arquitectos de Pichincha
“El hecho de que no han habido terremotos en los últimos años, da la posibilidad de que el próximo sea más fuerte. Es como una olla de presión, si no hay liberación de gas, al final explota”. Milton de la Cadena, jefe de la Unidad de Riesgos del Municipio.
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