www.elmundo.es/Luis Garrido
BARCELONA.- La imagen del empresario obeso puede cambiar y dar paso a otra protagonizada por trabajadores con sobrepeso. Así opina el economista de origen indio, Raj Patel, que esgrime que el rico "ya no es un pez gordo" y lo culpa de ganar dinero "engordando a los pobres" al obligarles a consumir comida rápida.
"Hoy en día no podemos hablar de que el rico engorde, ya que en España tan sólo el 7% de los ricos padecen sobrepeso, mientras que el 20% de los ciudadanos sí que están muy por encima de su peso", afirma Patel, quien ha sido nombrado por la crítica americana como "un revolucionario similar a Naomi Klein" por su libro Obesos y famélicos. El economista esgrime que las multinacionales han aprovechado la falta de tiempo de los trabajadores para ofrecer comida rápida, adictiva por sus azúcares, sales y grasas, lo que les lleva a desarrollar problemas de peso.
"En Estados Unidos, dos de cada 10 personas come en el coche", apunta Patel y lo relaciona con casos como que "McDonalds cobra lo mismo por una ensalada que por un menú completo de hamburguesa, patatas y refresco, aún siendo los vegetales mucho más baratos". [mas]
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La falta de alimentos frescos y la necesidad de comer productos de cualquier lugar y temporada, originada por los supermercados, han llevado al consumidor a habituarse a unos ritmos alimentarios negativos. Para él, "la pobreza es tanto el no poder comer, como sucede en los países pobres, como el no poder escoger qué deseas comer", comenta aludiendo al problema europeo.
Subidas de precios
El constante aumento en el coste de los alimentos preocupa a Patel ya que es "una deficiencia provocada por haber arruinado al productor". El problema, afirma, está en haber abandonado la producción protegida para entrar en un mercado internacional y arruinado a granjeros y agricultores pagándoles poco para vender su producto en todo el mundo.
Patel no duda en decir que los alimentos deberían ser "una necesidad primaria", además de compatible con el mercado común. Para él, productos como el café pueden subir de precio por problemas económicos internacionales, como sería un desastre ecológico en una cosecha brasileña, pero no los alimentos de primera necesidad.
Para demostrarlo, explica que "en Japón, China y Corea existen cosechas gigantescas de arroz para que nunca haya una necesidad", ya que "para ellos, es algo cultural que se ha de preservar". Si productos como la leche gozasen en España de semejante proteccionismo, afirma, "no se darían subidas de precio debido al mercado internacional".
"Si hace 20 años o más no existía este problema con los precios es porque Estados Unidos respetaba al pequeño agricultor del tercer mundo por miedo a que se revelasen como estados soviéticos", comenta el economista. Tal y como afirma, antes "el mercado era más justo", pero la sobreexplotación a los países pobres se ha vuelto en contra de Europa.