Búsqueda personalizada

diciembre 03, 2008

"¡Los templos serán cerrados!"

Extra

Por otro lado, no hay todavía una investigación policial que dé cuentas sobre los autores del segundo robo a una iglesia de Nobol.

Redacción Guayaquil

Cerrar los templos cuando no hay quien esté cuidándolos es la medida de precaución que se adoptará en las diferentes parroquias ante los diferentes hechos delictivos que se cometen en las casas de oración. [Mas]

Publicado Denuncia Ecuador
_______________________________________________________

"Cuando no hay alguien que puede cuidarlos, habrá que cerrarlos, no se podría dejarlos abiertos como si nada, sino que habrá que tomar esas precauciones y pedir a Dios que realmente esa gente, a la que le entre esas ideas, las sepa vencer y sepa contenerse a tiempo", precisó el arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui Yarza, principal de la Iglesia Católica, al ser consultado sobre el último robo reportado en el templo del cantón Nobol.

A criterio del prelado, los diferentes " robos que suelen haber en las parroquias, que se llevan equipos de sonido, de pronto rompen algún cepo y sacan las limosnas, como el que hubo este otro fin de semana en Montecristi de donde llevaron las limosnas de las fiestas, son cosas donde claramente se advierte que el objetivo es el lucro, conseguir algo que dé dinero".

Pero "cuando se profanan las hostias sagradas es un sacrilegio", y "la persona que comete ese acto, automáticamente incurre en excomunión", precisó.

La invasión en el área sagrada "verdaderamente nos conmueve, nos parece fruto más bien de una maldad grande o de una ignorancia muy difícil de comprender", recalcó el jerarca de los católicos guayaquileños. Estos acontecimientos llevan a los sacerdotes "a pedir perdón a Dios por este maltrato que le damos después de que él haya querido quedarse con nosotros".

Descartó que el robo de las hostias de la iglesia Santísima Trinidad, de Nobol, sea motivado por ritos satánicos, porque estos "son sumamente raros entre nosotros, creo que es un apresuramiento por llevarse el copón con la idea de que puede venderse a buen precio", refirió.

De los otros hechos ocurridos anteriormente indicó que "a la Policía le tocaría dar una pista concreta y hasta el momento no se ha sabido nada".

Finalmente dejó ver que los fieles serían los mejores custodios de los templos porque cuando una iglesia es frecuentada, la gente misma la defiende y "no hay que facilitarle las cosas", ciertamente los fieles deben contribuir a resguardar los templos, "es suficiente que una sola persona rece delante del sagrario para que eso no pase", finalizó monseñor Arregui.
(IC)

Sin pistas

Han pasado varios días desde que ocurrió el robo del copón de plata con 20 hostias de la iglesia Santísima Trinidad, del cantón Nobol, y aún la Policía de Daule no ha iniciado las investigaciones por cuanto la Fiscalía no ha remitido el oficio correspondiente. No obstante, en el mismo día del delito, varios agentes policiales estuvieron en el sitio indagando el hecho.

Hasta ahora es un misterio el motivo del robo, pues habiendo otros objetos que pudieron haberse llevado, solo se robaron el copón de plata con las hostias consagradas que contenía.

Lo más inverosímil es que lo hicieron a plena luz del día y cuando los feligreses entran y salen de la iglesia. "Y nadie vio nada", según explicó el sacristán Franklin Espinoza.

De la misma manera ocurrió tres meses antes cuando sujetos no identificados, violentando la seguridad de la puerta principal, abrieron el sagrario y sacaron de la custodia el porta hostia de oro con la hostia mayor consagrada.

"Pareciera que alguien más tiene otra llave del sagrario porque fue lo único que no violentaron o tal vez lo hicieron con una llave maestra porque esta llave es única y siempre permanece en un cajón asegurada", manifestó el sacristán.

Agregó que aquel jueves 27 de noviembre salió antes de las 12:00 y el padre Ángel Paredes Villegas como a las 13:00 para celebrar una santa eucaristía en Los Tintos.

Los pocos minutos que la iglesia quedó sola fueron aprovechados por los desadaptados individuos para entrar como cualquier feligrés y robar el copón.

Espinoza regresó y no se percató del hecho porque aparentemente el sagrario estaba cerrado. Fue cuando un Ministro de la Eucaristía se acercó a ver hostias para darle a los enfermos, que descubrieron el robo.

"En realidad no se entiende para qué se llevan las hostias, aunque dicen por allí que podría ser para practicar ritos satánicos".

Espinoza expresó que el padre Paredes, para evitar un tercer robo, tiene planificado colocar unas rejas al sagrario, pues esa sería la única manera de evitar un tercer asalto.

El copón ha sido reemplazado con otro que tiene la iglesia, mientras que el porta hostia de oro lo sustituye uno de plata donado por una fiel creyente católica. CCS

Contador Gratis