El Telegrafo
Con el agua hasta la cintura, Doris Ochoa, con sus tres hijos, se afanaba el pasado sábado en sacar de su casa, ubicada en el recinto Montañita del cantón Naranjal, un cesto de ropa tras la inundación que sufrió este sector por el desbordamiento del río Cañar.
“Era de madrugada cuando el agua entró a la casa, algunas cosas se nos mojaron pero otras logramos salvar”, comentaba mientras trataba en vano de limpiarse las piernas cubiertas de lodo.[mas]
Publicado Huasi Pichai
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Como ellas, cientos de familias de las parroquias y recintos Puerto Inca, Jesús María, Lechugal, Trovador y la periferia de Naranjal amanecieron anegados luego de que el río Cañar se salió de su cauce, debido a la rotura que sufrió el muro de contención, en dos tramos, a unos 300 metros de la zona poblada. La inundación se registró cerca de las 05:00, según moradores.
“Nos despertamos asustados porque de un momento a otro se escuchó un ruido fuerte y el agua llenó toda la sala”, expresó en cambio Pedro Yépez, quien con su hijo Leonardo, de 7 años, depositaban algunos trastos en la casa de un familiar situada al pie de la carretera.
En la vía era común observar a grupos de personas que deambulaban con cestos, colchones y artefactos en busca de un sitio seguro. Otros pedían que un vehículo los lleve a otro lugar.
A más de las poblaciones inundadas, extensas zonas de cultivo también quedaron cubiertas por el agua; “aquí hay por lo menos unas 400 hectáreas de banano y cacao, sin contar con las que existen en la zona de Naranjal”, aseguró Jimmy Cruz, presidente de la Junta Parroquial de Jesús María.
Cruz llegó a la zona de Puerto Inca cerca del mediodía, junto con la teniente política de esa localidad, Inés Cavero, con la finalidad de evaluar los daños y establecer el número de familias que fueron evacuadas de inmediato.
Hasta la tarde del sábado se contabilizaron cerca de 60 familias que debieron salir de sus hogares, pero esa cifra podría incrementarse, ya que aún faltaba por recorrer poblados y caseríos situados en zonas con menor accesibilidad, debido a que los caminos de ingreso también estaban anegados.
Según Cavero, desde la mañana, miembros del Comité Especial de Emergencias (COE) de Naranjal se movilizaron hacia las zonas afectadas, a fin de evacuar a las familias y entregar agua potable a sitios en donde los sistemas colapsaron. Cruz, en cambio, responsabilizó a funcionarios de Cedegé, pues aseguró que el problema era previsible, debido a que desde el año pasado habían informado, a través de oficios, sobre la necesidad de reforzar el muro de contención, pero nunca se hizo algún trabajo en el lugar. No obstante, al mediodía del sábado personal de la institución recorrió el lugar para localizar el daño.
El jefe del Cuerpo de Bomberos de Jesús María, Alberto Cruz, informó que solo en el recinto Montañita se evacuó aproximadamente a 40 familias. Unos se fueron a Naranjal y otros se quedaron en casa de familiares del mismo sector que no fueron afectados. Sobre la cifra de damnificados, el COE tiene previsto entregar un informe en las próximas horas, así como de las hectáreas de banano y cacao perjudicadas. Los fuertes aguaceros que cayeron desde el miércoles de la semana pasada en esa zona también afectaron la vía Puerto Inca-Molleturo, pues en 15 tramos de la carretera se registraron deslaves que dificultaban el paso de los vehículos, aunque desde la mañana maquinarias del MTOP evacuaban el material pétreo.Víctor Haz Chavarría
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