Extra
No quieren dar "papaya" tan fácilmente y para eso deben aflojar el billete. Pues en la cárcel tanto de hombres como la de mujeres de la Penitenciaría les ha caído del cielo el "Rey Midas".
Damaris Sofía Saavedra Rodríguez, José Luis Saavedra Rodríguez y Jael María Abramowicz Villavicencio le hicieron frente al peor de sus miedos y ahora sólo deben pagar para estar bien.[mas]
Publicado Huasi Pichai
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Según los mismos internos los "aniñaditos" pagan entre los tres 2.100 dólares semanales a los caporales y a los mismos internos para que los protejan. Cada uno entrega 700 dólares semanales, es decir cien dólares diarios y así nadie puede ni mirarlos mal.
NO LES PERMITEN NI QUE SE LES ACERQUEN
Damaris y Jael todavía están en celdas de cuarentena, pero desde hoy son pasadas a las comunes por orden del propio ministro fiscal, Antonio Gagliardo, quien ayer ingresó a la "Peni".
Llegó a verificar el estado y las condiciones en que se encuentran los jóvenes aniñaditos atrapados el 3 de enero por los moradores de la ciudadela Ceibos Norte y miembros de la compañía de seguridad Polidos, por robar dentro de la ciudadela privada.
Están en la "grande" desde el pasado viernes 9 de enero y "desde aquel día ya los protegían", comentó una interna quien prefirió mantenerse en el anonimato.
"Aquí todo funciona con billete. Las aniñaditas están bien cuidadas por ese lado porque los familiares aflojan el dinero para evitar que les pongan las manos. Quienes las cuidan no permiten que nadie se les acerquen", añadió la interna.
LAS TIENEN SEPARADAS
Jael y Damaris están en celdas separadas. Jael está en la de cuarentena A , mientras Damaris en la B y comparte una habitación con otras siete mujeres más.
Las separa un muro y las cuatro paredes de sus celdas. Pues según otras internas los familiares de una de ellas -no confirmaron de cuál- paga para que también las tengan alejadas y no les permitan estar cerca.
"PASA MÁS ENCERRADO"
Mientras que José Luis, quien está en la celda Sol Naciente de varones. Pasa la mayor parte de su tiempo encerrado, según comentaron varios compañeros.
El Ministro Fiscal fue a visitarlos a los tres pero con ninguno se comunicó directamente, no salieron porque estaba la prensa.
SE OCULTARON BIEN
La autoridad primero visitó a José Luis, para llegar hasta su celda pasamos diferentes pabellones hasta llegar a la cocina.
Ahí muy cerca queda el cuarto del ex Míster Continente. "José Luis soy el Ministro Fiscal, vine a verificar cómo está usted", le preguntó Gagliardo. Y desde su celda y con un "bien" a secas respondió el joven. Nunca asomó ni dio más detalles a las cortas preguntas de la autoridad, durante todo el tiempo se escondió de las cámaras.
Nuevamente regresamos por los pabellones llenos de agua putrefacta y con olores nauseabundos. Los recorrimos hasta la puerta principal donde un letrero grande de Alianza País que invitaba a las nuevas elecciones nos despedía, para después pasar a la de mujeres donde estaban las otras dos "pelunconcitas".
En este lugar las internas aprovecharon para denunciar supuestas irregularidades. Desde que el Director tiene una amante a la que le da todos los privilegios hasta las condiciones infrahumanas en que ellas pasan sus días de sentencia. Nos llevaron hasta la celda de castigo donde es un cuarto oscuro apestoso. "En esto no hay rehabilitación, aquí solo viven quienes tienen plata así como estas aniñaditas", habló otra interna.
La visita oficial de Antonio Gagliardo terminó después de una hora. Se fue y dio varias órdenes, entre ellas que Jael y Damaris sean trasladadas a las celdas comunes, según él sin nada de privilegios.
PRUEBA SICOLÓGICA
Sobre el estado de salud de las "aniñaditas" el ministro Gagliardo expresó que se les realizará la respectiva prueba sicológica y que dependiendo de los resultados serán trasladadas a un hospital psiquiátrico.
"Nos sacaron corriendo"
Pisar la "Peni" es cosa sería, eso siempre lo escuchaba, pero ayer lo viví en carne propia.
Entramos con el ministro fiscal Antonio Gagliardo, pero por quedarnos a confirmar varios detalles periodísticos nos abrimos del grupo cuatro compañeros de los diarios: EXTRA, Universo, Súper y Comercio.
Mientras estábamos en la celda de Cuarentena A, donde está Jael Saavedra, un grupo de internas desesperadas quienes supuestamente la protegen, abrieron las puertas y nos persiguieron con la intención de quitarnos las cámaras y grabadoras. Todo pasó en cuestión de segundos. Las mismas internas que estaban escondidas en las celdas salieron como "lobos hambrientos" y nosotros los comunicadores sociales corrimos como "alma que lleva el diablo". Y los guías... bien gracias.
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