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marzo 30, 2009

El apagón quitó visitas a la Plaza Grande

El Comercio

Aunque la ‘Hora del Planeta’ se estableció entre las 20:30 y las 21:30, media hora antes la Plaza Grande ya estaba a oscuras. El alcalde encargado Gonzalo Ortiz había anunciado que, para apoyar esta idea del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), se apagarían las luces en los edificios municipales y los monumentos e inmuebles patrimoniales. [Mas]


Publicado Huasi Pichai
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La fachada de la Catedral también estaba a oscuras, pero las luces ornamentales del Palacio de Carondelet, la adyacente iglesia de
La Concepción y las grandes farolas de los bajos del Municipio permanecían tan encendidas como la planta baja del Hotel Plaza Grande en y el Banco Pichincha.

A las 20:30, un grupo de invitados al matrimonio que se celebró una hora y media más temprano en la iglesia El Sagrario, en la calle García Moreno, cruzó apresuradamente la plaza para subir a sus vehículos estacionados al otro lado de esta. Pese a que se encontraron con una pareja de policías metropolitanos, miraban a uno y otro lado, como temiendo que algún delincuente aparezca de pronto en medio de la oscuridad.

José Miranda, que venía caminando desde la calle Espejo con su esposa y sus tres hijas, se asombró en un momento por no encontrarse con la usual iluminación del lugar. “¡Ah!, cierto, creo que es porque hoy es el día del planeta”, les explicó en voz alta, y siguió su camino junto con su familia hasta la calle Chile.

Mientras tanto, una de las tres encargadas de atender la pequeña cafetería El Pretil, en los bajos de la Catedral, miraba desde la puerta.

A diferencia de otros fines de semana, las empanadas chilenas, bolones de verde y quesadillas permanecían en sus bandejas sin que nadie entre a degustarlos.

Cada sábado este local, además de la cafetería Plaza Grande que está al lado, cierran a las 22:00, y en sus cuatro mesas se mezclan turistas extranjeros con transeúntes nacionales. La falta de clientela dio tiempo a otra de las tres mujeres a ver el periódico del día y enterarse el porqué de la oscuridad y la baja en el negocio.

Cuando faltan 15 minutos para las 21:00, un vestido blanco empieza a brillar cerca del monumento a los próceres del 10 de Agosto, gracias a un flash que dispara en forma sucesiva. Luego de su boda en Santa Teresita, ubicada en plena Mariscal, Gabriela
Vilcacundo y Víctor Hugo Celi habían escogido uno de los sitios más emblemáticos de la capital como marco para una sesión fotográfica de su álbum de novios.

Dos de sus amigos se mostraron contrariados ante la oscuridad. “Sabíamos lo del apagón, pero no que esto iba a estar en tinieblas, nos jodieron las fotos”, aseguraron. Aún así, la pareja posó junto a la estatua, bajo uno de los árboles, en una banca.... Y se fue.

Faltaban 20 minutos para que se termine el apagón y las cuatro ventanas iluminadas del restaurante que ocupa el segundo piso del Palacio Arzobispal también se apagaron. Un poco antes solo se pudo a ver a dos personas que eran atendidas por los meseros.

La ‘Hora del Planeta’ casi llegaba a su fin y un auto con placas PVE418 se estacionó en la Venezuela. La familia que iba en su interior parecía buscar algo, el conductor se bajó y dice con extrañeza: “Yo pensé que iba a haber algún acto aquí por lo del planeta”.

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